La Vaquilla
- Etty Kaufmann Kappari
- 21 jul 2021
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 12 sept 2021
Por Etty Kaufmann Kappari
Élida se vino a la ciudad con el único propósito de comprarse una vaquilla.
Desde que nació allá lejos en la montaña, donde su única amiga era la vaquilla del vecino, que le hacía un “mu” diferente, bonito, que la miraba distinto, soñaba con su propia vaquilla.
Cuando tuvo edad para viajar sola se fue a la ciudad a trabajar a la casa de doña Tere, una conocida de una conocida que le iba a pagar una platita por ayudarle en la casa y que, si ahorraba esa platita, podría comprarse su vaquilla.
Calculó que si trabajaba duro lograría comprársela en tres años y medio.
Duró ocho años cuando por fin fue a pagar por su vaquilla. Le puso Carmela y le tuvo que alquilar una parcela al vecino mientras ella seguía ahorrando en la ciudad para comprarse otra vaquilla que le hiciera compañía a la Carmela, que estaba tan solita, pobrecita, su vaquilla.




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